Para Amara

No quiero que te creas el cuento de que eres única, quiero que realmente lo sientas, que lo sepas. Que sepas que mereces respeto, eres libre, en ti está toda la sabiduría necesaria para avanzar tu camino, para construirlo, no será fácil porque no se trata sólo de que te sientas preparada para recorrerlo; sino, que sepas que todo involucra aprendizaje, construcción, experiencias positivas y negativas y yo, me esforzaré por acompañarte todo lo que sea posible y cuanto sea necesario, pero no avanzaré por ti.

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Crecerás y muchas veces no sabrás cómo actuar, te enfadarás, llorarás, reirás, sentirás miedo, nervios, angustia, frustración, decepción y aunque yo quisiera evitarte momentos de dolor, no podré, no debo interferir. Quiero que crezcas sintiéndote segura para crecer aún más, para abrir y cerras puertas cuando sea necesario, para elegir, para luchar y no callar, para decir no, para vivir… Recuerda quién eres, nadie deberá compararte y hacerte sentir mal, y aunque sé que lo harán, quiero que siempre te quedes con esto: eres única, valiosa, fuerte, irrepetible, con un gran potencial para lograr cosas increíbles, para soñar y construir, para decidir y avanzar, para luchar, para conquistar. Somos testigos de tu perseverancia,  curiosidad y esfuerzo, eres energía pura y junto con tus hermanos son las poderosas razones para seguir construyendo y luchando.

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Ahora estás pequeña aún y yo te escribo estas cortas líneas con el corazón de madre, con todo el amor, con la voz y la fuerza de una mujer que tiene la convicción de estar criando a hombres y mujeres fuertes, de criar a personas que se respeten y respeten. Estamos criando en igualdad, con acompañamiento y seguridad.

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Mi selección de canciones que hablen de maternidad

Siempre trato de poder transmitir en el blog lo que pienso, siento y vivo. A veces me gana el tiempo para poder escribir o cuando tengo un tiempito para sentarme con calma y escribir, tengo al segundo a uno de los pequeños pidiendo algo o a los tres juntos revoloteando a mi alrededor (la llamada vida caóticamente hermosa).

El post de ahora es musical, los que me conocen saben que la música siempre me acompaña, a veces suelo ponerle fondos musicales a diversas escenas de mi vida. En casa la música se escucha y se siente, se transmite (a mis pequeños les encanta además cantar). Durante mis embarazos tenía una serie de canciones favoritas que me encantaba escuchar mucho, y no fue sino hasta el embarazo de Amara que me permití hacer una pequeña selección de mis favoritas sobre maternidad, aquellas que hablan sobre las emociones del embarazo, sobre el amor que se siente por los hijos, la ilusión del nacimiento.

La selección la hice en base también a mis cantantes favoritos, son un total de 20 canciones que espero disfruten tanto como yo, las hemos escuchado tanto en casa que los chicos ya se sienten identificados también con ellas, las escuchamos juntos mientras les explicamos lo que la letra, lo que se dice en las canciones nos hacen sentir. Confieso que hay algunas con las que se me escarapela el cuerpo por todo lo que me transmite, en ocasiones cuando me he sentido muy sensible he llorado al escucharlas e imaginar las caritas de mis pequeños. De todo corazón espero que les guste esta pequeña lista y que la compartan si desean, la música es para todos, para seguir llenando el corazón de mundo ❤

La lista va así:

  1. A eme o (Andrea Echeverri)
  2. Amniótico (Andrea Echeverri)
  3. Canción alada (Marta Gómez)
  4. Cuando Pedro llegó (Pedro Guerra)
  5. Debaixo d’agua/Agora (Maria Bethania)
  6. Duerme negrito (Interpretada por Mercedes Sosa)
  7. El bebé que le cuenta a su mamá (bella interpretación de los chicos de Cantoalegre)
  8. Huayno para despertarse con caricias (Sebastián Monk)
  9. Imán (Andrea Echeverri)
  10. La nana (María Rozalén)
  11. Menos mal (Andrea Echeverri)
  12. Mientras tanto (Victor Heredia)
  13. Nascer (Isadora Canto)
  14. Niña de agua (Aná Belén)
  15. Noctiluca (Jorge Drexler)
  16. Reconhecimento (Isadora Canto)
  17. Te estoy esperando niño (Ángel Parra)
  18. Una razón (Marta Gómez)
  19. Você que vai chegar (Flávia Wenceslau)
  20. Ya yo no (Andrea Echeverri)

Te gustó mi pequeña selección? Espero que sí y que al igual que a mí puedan acompañarte y recordarte momentos hermosos… Cuáles fueron tus favoritas? A mí la canción «Una razón» de Marta Gómez siempre me hace saltar lágrimas,  «Niña de agua» la escogí para nuestra pequeña Amara, «Menos mal» la escogí para Omar y para mí, para la pareja que somos y «Reconhecimento» de Isadora Canto, me trae a la memoria mi último embarazo. Un abrazo para todos ustedes, sigan disfrutando ♪ ♪ ♪ ❤ ❤

VERSE REFLEJADA A TRAVÉS DE SUS OJOS

Una de las cosas que he venido preguntándome estos últimos meses es cómo mis hijos me ven, cómo es que me veo reflejada a través de sus ojos y también, cómo es que algo de mí se puede ver reflejado en ellos, en las personas que estamos criando. Me interesa e importa mucho saber que mis hijos son felices,  que les estamos dando una vida llena de amor, confianza, seguridad y sobre todo: herramientas valiosas para poder seguir creciendo. Es inevitable cometer errores pero tampoco debemos escudarnos en aquello de que “de los errores se aprende”, aunque sea verdad tratemos de no tomarlo como nuestra premisa máxima.

No aspiro a ser la mejor mamá o la más buena,  me interesa e importa mucho saber que soy la mamá que ellos necesitan, la mamá de carne y hueso que se levanta temprano porque ellos la despiertan y que aunque dice cada noche que se siente cansada, se siente feliz de lo que hace. La mamá real y presente,   que mete la pata, que grita aunque según ella no lo haga, que trata de buscar alternativas para evitar decir “no” pero a veces no puede evitarlo, que pone límites necesarios y que a veces siente que la paciencia la abandona pero que no tira la toalla nunca, la que está atenta y acompaña a sus críos, la que ellos saben que pueden buscar para conversar.

dessi y murilo

Puedo ver parte de mí en ellos, en sus juegos, en sus palabras, en sus pequeñas peleas, en el día a día. Me reconozco en pequeñas acciones, pequeños y grandes comportamientos, no puedo no asombrarme de lo que veo, de lo que escucho, definitivamente cada uno de ellos tiene mucho de nosotros y también, hay cosas que me gustaría tratar de cambiar (como el estar «corriendo» y no relajarme cuando debo, a veces soy muy intensa y puedo llegar a tensionar a los de mi entorno). Hoy, tratando de encontrar algunas respuestas a mi interrogante,  conversé con Caetano y le pregunté cómo era yo, cómo era mamá y su respuesta fue: «Eres bonita, eres buena, me cuidas, me amas mucho y haces vinchas», en realidad no esperaba una respuesta profunda, pero estaba segura que sería la respuesta más sincera, porque mientras respondía, lo hacia tranquilo, seguro y contento… Y una vez más, lo que pesa al final (y mucho) es que no son niños angustiados, sin ilusiones, tristes o agresivos, ellos se ven felices, vivaces, con esa energía infinita, esa curiosidad innata y esas ganas inmensas de conocer y explorar, y eso sólo es posible porque reflejan lo que viven: reflejan amor en todos los estados.

caetano y dessi

En ellos veo reflejada mi felicidad, me veo reflejada en las miradas más puras como una persona feliz, como una mamá presente (con su lado preocupón y a mil por hora) con la que ellos se sienten identificados  y mi nombre, además, suena a música para ellos y está acompañado de los adjetivos más hermosos y sinceros, si no… Pregúntenles!! Jejeje.

los tres

Lo que el colecho significa para mí, para nosotros

«Duerme ya, comprobarás
que esta noche te he cuidado
y ahí me has encontrado al despertar. 
(María Rozalén)

¿Cómo llegamos a colechar? Bueno,  prácticamente sin darnos cuenta,  fue por la necesidad de tener a Caetano cerca y que él pueda dormir tranquilo. Nuestros intentos por hacerlo dormir y colocarlo en el moisés que nos prestaron, fueron en vano (nunca compramos una cuna), él no deseaba estar allí,  quería sentirnos, quería a mamá cerca, quería sentirse protegido, fue su instinto, fueron sus maneras de manifestarnos que lo que necesitaba era estar con nosotros, así comprendimos que sólo de esa forma, todo fluiría de la mejor manera, comprendimos que nos necesitaba para empezar a conocer el mundo (nuevo y extraño para él) en el que ahora se encontraba.  Desde ese momento empezó la historia de nuestra cama familiar, y aunque ahora Caetano duerme la mayor parte de veces en su propia cama,  todavía en ocasiones se queda dormido en la nuestra junto con sus hermanos,  cómo por ejemplo hoy que llegué un poco más tarde del trabajo y he encontrado a mis  cuatro amores juntos,  los pequeños ya estaban durmiendo y Dessi descansaba.

El colecho para mí significa el seguir pasando tiempo con mi familia,  es más que compartir la cama con ellos, es sentirlos,  es disfrutarlos y contemplarlos mientras duermen,  es saber que ellos descansan relajados, tranquilos y esa tranquilidad nos la transmiten,  por eso cuando duermo junto a ellos mi sueño es tranquilo (con manotazos y pataditas extra a veces),  tengo un sueño feliz porque duermo acompañado, lo último que contemplo son ellos y lo primero también.  Mañanas como las nuestras no las cambio, son los minidespertadores, pero sus sonrisas son la mejor forma de empezar el día, tanto así que muchas veces lo único que deseo es seguir durmiendo junto a ellos y si al final del día, llego tarde y los encuentro dormidos ya, lo único que quiero hacer es acurrucarme junto a ellos, olerlos, abrazarlos y darles besos (aunque a veces a Dessi le moleste porque los despierto jeje).

dormidos

¿Qué significa el colecho para nosotros?  Significa más momentos para compartir,  para estar juntos, significa dormir arropados sintiendo el mismo amor, arrullados por las últimas conversaciones del día, envueltos en la complicidad de compartir los mismos sueños, la misma vida. Significa terminar el día a veces con el ritual de la guerra de almohadas, la disputa por el “lugar de la cama elegido”, las interminables preguntas, los cuentos infinitos e increíbles para finalmente dormir entre besos, caricias, abrazos y muchos “te amo!” “yo también te amo mucho” y despertarse (al borde de la cama, al centro, a los pies o a un lado) de la misma manera: entre besos, caricias, abrazos y muchos “te amo!” “yo también te amo mucho”.

#PapáOmar

colechooo