“La inquietud golpeaba el nido
culebrillas en el vientre de mamá
y la resta de los días
fue sumando vida contra la ansiedad”
(Pedro Guerra)
Cuando confirmamos la noticia de tu estadía en la casita, nos invadió la felicidad: un pequeñito hecho de amor venía en camino, un compañerito para Caetano… Otro maravilloso regalo de la vida. Lo confieso, la preocupación y la angustia se apoderaron de mí luego de la maravillosa noticia: cómo haría para criar a dos pequeños, lo haré bien? Y luego no pude evitar ir más allá e imaginar las posibles situaciones (berrinches dobles, peleas por juguetes, celos), pero pasaron a un segundo plano cuando luego de mi primera ecografía quedé enamorada de ti, un pequeño garbancito que empezaba a crecer dentro de la casita.
En ocasiones, me ponía a pensar si es que era posible amar a dos hijos con la misma intensidad, si podía llegar a amar al segundo tanto como al primero, creo que esa es una de las interrogantes que nos planteamos muchas madres cuando nos enteramos que estamos embarazadas nuevamente. No fue sino hasta que naciste que me di cuenta y sentí que yo me encontraba más preparada para recibirte, tenía la experiencia de haber tenido y recibido a tu hermano, tú me encontraste un poco más relajada, tranquila y de alguna manera acompañada por un poco más de sabiduría, cargada con un poco más de instinto maternal en estado a flor de piel, el amor en estado líquido fluyó rápidamente así como toda la mezcla de sentimientos hermosos que acompañaban el momento: te amé desde el vientre, te amé más cuando te tuve en mis brazos, te amo ahora y sé que te amaré toda la vida, en este universo, en otros y en todos los tiempos.
Sí sentía ya que mi corazón iba desbordante de amor por tener a tu papá y a Caetano conmigo, imagínate cómo siento que está mi corazón ahora pequeñito mío? Doblemente desbordante o el triple quizá? La verdad es que sólo te puedo decir que no sólo mi corazón está desbordante de dicha y felicidad, mi ser completo se siente así. Mi mente, mi cuerpo, mi naturaleza están agradecidos con la vida por el maravilloso regalo: ser mamá, disfrutar del cansancio que me invaden en ocasiones al terminar el día, disfrutar de las sonrisas que iluminan mis días, disfrutar de las caricias de cuatro pequeñas manitos a la vez, de besos dobles, de miradas infinitas de amor, de cuerpecitos chiquitos que descansan plácidamente a tu lado.
Te amo con palabras, con mi cuerpo, con mis gestos, mis risas y también con mis llantos. Amo cuando te despiertas temprano y me miras fijamente pero con una sonrisa siempre, esa sonrisa que guarda consigo todo el amor en su estado más puro, ella atesora el amor que papá, mamá y Caetano te entregamos todos los días. Amo también la complicidad que siento entre tu hermano y tú, esas risitas y esos juegos compartidos a veces y también los grititos, quejas y los celos porque están dentro del paquete de habernos convertido en una familia de cuatro.
Feliz primer añito mi pequeñito cabecita revuelta! Feliz vida! Feliz existencia de amor!
A LA RONDA… SOMOS MÁS…
A la rueda, rueda de pan y canela…
Juegan a la ronda Nayla, Caetano,
Numa y la abuela…
y te veo pequeño, paradito a la vera del camino,
con tu mirada ansiosa y los brazos extendidos…
tratando de alcanzarme
para entrar en el juego…
tus ojos inmensos me preguntan…puedo?… puedo?…
¡Ven!.. sujeta mi mano y ven…¡ven!…
Nayla ,Caetano, Numa y la abuela esperamos tu llegada,
contigo somos más
para jugar, para cantar, para danzar…
¡Vamos a hacer travesuras!
¡A poner todo al revés!
a jugar al gol con la luna,
a hacerle cosquillas al sol
a repintar con crayolas la tierra…
el mundo espera,
la casa espera,
tu llanto y tu risa oímos ya,
ya tiene espacio tu presencia,
ven pequeño de inmensos ojos,
toma mi mano y…
A la rueda rueda de pan y canela…
Nació Murilo
Hijo de Omar y Dessireé
Hermano de Caetano.
Mi nieto.
Nació el 21 de Noviembre por la mañana
con 3.520 gr. y 50 cm.
¡¡¡GRACIAS A DIOS!!!
¡¡¡GRACIAS AL AMOR!!!
Lorena. (La abuela)