Nos hemos vuelto a enamorar: la llegada de Amara

«Ya está el rompecabezas amarrado
fue la pieza que andábamos buscando. 
No viniste del frío ni la lluvia
Llegaste del amor y de la luna…»

(«Niña de agua» – Víctor Manuel San José)

Nuestra pequeña Amara está por cumplir dos semanas y estos días han sido en ocasiones intensos, sobre todo porque el permiso de paternidad de Omar terminó (aquí en Perú la licencia por paternidad es de cuatro días) y desde el lunes yo me quedé en casa con nuestros tres hijos. Termino el día cansada y sin hacer todas las cosas que realmente quisiera hacer, a mis días les faltan horas y suena un poco irónico decir esto puesto que si acabo cansada, entonces lo que más desearía hacer sería descansar.

Cuando Amara nació sentí que mi corazón, mi cuerpo y mi alma se estaban preparando para una experiencia diferente, estaba esperando con ansias esta cuarta entrega de mi cuerpo, este cuarto brotecito que era esperado con ansias por todos. Sentí como mi vientre estaba agradecido por ese maravilloso regalo, luego de haber atesorado por casi 41 semanas a nuestra niña, nos la entregó sana, segura y con la certeza de que seguiríamos atesorándola y cuidándola siempre. En ese momento recordé lo maravilloso que es sentir como es que nuestros bebés encajan perfecto en nuestros brazos, en nuestro pecho, que la naturaleza y nuestro instinto son sabios y poderosos porque siempre están allí guiándote con amor y cuidado.

Amara, dos horas de nacida
Amara, dos horas de nacida

Había olvidado también, esas primeras horas de reconocimiento entre madre e hij@, de apego, de teta, de piel, de conexión que son tan necesarias y que ambos necesitan tanto fortalecer para poder establecer el inicio de  ese vínculo hermoso fuera del vientre materno. Esas horas, esos primeros días fueron mágicos, me permitieron reafirmarme en mi estado mamífero, saberme capaz de poder dar alimento, seguridad, protección a mi cría, de saberme que ahora yo era el mundo que ella necesita habitar, que mi cuerpo se prepararía y se encargaría de proporcionarle todo lo necesario para crecer sintiéndose segura, amada, completa, protegida. Todas esas sensaciones te invaden y hasta a veces te sobrepasan tanto que puedes creer fácilmente que puedes no estar preparada para criar a tu pequeñ@, y es que son tantas las emociones y tantas las expectativas que puedes tener al respecto que no importa si eres mamá por primera vez, por segunda, tercera o cuarta vez. Con cada nacimiento, tú vuelves a nacer, tú vuelves a reinventarte y a construir.

Amara descansando en mi pecho
Amara descansando en mi pecho

Y es que creo que de eso se tratan los nacimientos, son motivos para construir, son celebraciones de vida, de esperanza, son demostraciones de amor, de unión… La vida me ha permitido convertirme en madre nuevamente y realmente confieso que es una de las experiencias más maravillosas que disfruto vivir, no cambio por nada mis elecciones, mis vivencias, mis aprendizajes, mis tropiezos, mis fines de semana, las «malas noches». Amara llegó para continuar con nuestros sueños, para demostrarnos que existen razones para seguir mirando hacia la vida, para continuar caminando hacia ella con esperanza y amor. Llegó la pequeña a completar nuestra familia, a demostrarnos que somos capaces de amar con intensidad a nuestros hijos, que podemos volver a enamorarnos y reafirmarnos una vez más en nuestras elecciones.

Pura luz!
Pura luz!

Nos hemos vuelto a enamorar… De la vida, de los colores, del camino, de nosotros, de los sueños, de nuestra maternidad y paternidad…

Conociendo a Brissa: ropa para el embarazo y lactancia

Confieso que en mis embarazos y lactancias siempre evité comprar en tiendas de maternidad, creía que si compraba alguna prenda sólo me serviría para usarla durante el embarazo y luego tendría que guardar la prenda para otro embarazo futuro o dársela a alguien que la necesitara. Además antes no veía tanta variedad de diseños y prendas  pensadas especialmente para usar durante esta etapa y la lactancia.  Ahora me he dado cuenta que existe una mayor variedad en cuanto a ropa para embarazo y lactancia, con diseños lindos y cómodos que puedes usar en ambas etapas, así que fui desechando un poco la idea de no adquirir ninguna prenda.

Algunas marcas  además de preocuparse en que las mamás y futuras mamás se sientan cómodas con la vestimenta, también se preocupan por apoyarlas para que puedan lograr una lactancia exitosa, lo que me pareció genial. Normalizar la lactancia, seguir derribando mitos e ir tejiendo de a pocos una gran tribu a la que muchas mamás puedan integrarse y sentir que no están solas. En este camino, conocí a una marca de ropa para embarazo y lactancia: Brissa.  Para conocer un poco más acerca de cómo nació  la idea de crear la marca, le pedí a Helen (creadora de la marca) que me contara qué la motivó y aquí les transcribo lo que ella amablemente me contó:

¿Cómo nació Brissa?

Somos una familia que apoya fervientemente la lactancia materna. Soy mamá de dos niñas a quienes les di teta hasta que ellas decidieron dejarla de manera natural y tranquila. Pude estudiar y trabajar en una oficina sin dejar de amamantarlas. Cuando dejé el trabajo de oficina, lo hice para dedicarme a la crianza de mis pequeñas, mientras empezaba a juntar productos que pudieran ayudar a la mamá a tener una lactancia con comodidad, discreción. Fue así que toqué las puertas de varios proveedores, entre ellos de ropa de lactancia, por diversos motivos algunos dejaron de producir  y otros no sacaban nuevas propuestas. La necesidad de seguir ofreciendo a las mamás nuevas prendas me impulsó a iniciarme en este rubro textil, al inicio no fue fácil, debía conocer los tipos de tela, diseños, buscar personal que pudiera confeccionar las prendas y que no fallara en las entregas, ver colores, tendencias, uff… Empecé a embarcarme de lleno en este campo de los negocios, de estrategias, de moda, de precios. Confieso que al principio me sentí perdida, no era lo mío y el apoyo de mi familia fue fundamental. Ya tenemos dos años con la marca y tenemos mucha aceptación por parte de las mamás. Queremos que Brissa sea una propuesta de calidad para la mamá que decide amamantar, más que ofrecer prendas de lactancia queremos brindar comodidad para amamantar, que la prenda sea regia y con estilo, pero sobre todo, que sea práctica y cómoda cuando das teta. Además como apoyo en nuestros dípticos tenemos un espacio de cómo poder lograr una lactancia exitosa, donde se incluye cómo debe ser la posición de la mamá y el bebé a la hora de amamantar.

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Me encantó la historia y sobretodo , saber que a pesar de que los inicios cuando deseas realizar algún emprendimiento no son fáciles, no te rindes, sigues adelante porque tienes un motor fuerte que te impulsa a seguir: la familia, además de las ganas y convicción de seguir ayudando a más madres que necesitan sentir mucha comprensión y ayuda a su alrededor.

Brissa, ofrece prendas con diseños y colores variados, pensadas en la comodidad de todas las madres, al crear la marca se trazaron como meta no sólo ofrecer productos lindos; sino también, ofrecer prendas que te hagan sentir más tranquila y segura a la hora de dar de lactar. También tienen una línea de batas y pijamas y les cuento que recientemente han sacado una colección de enterizos para bebé confeccionados en algodón acolchado, además de unas lindas y simpáticas ecobolsas con mensajes de apoyo a la lactancia.

Colección otoño-invierno 2015
Colección otoño-invierno 2015
Enterizo para bebé
Enterizo para bebé
Ecobolsa con mensaje de apoyo a la lactancia.
Ecobolsa con mensaje de apoyo a la lactancia.

Yo estoy más que contenta con mis prendas de Brissa, me siento cómoda con el diseño, con el material, con los colores y les estoy dando un buen uso ahora que estoy embarazada y sigo dando de lactar. Cuando nazca nuestra pequeña, sé que las prendas me ayudarán mucho ya que como bien saben, nosotros apoyamos la lactancia materna y nos alegra mucho encontrar además de grupos de apoyo, proyectos y marcas que se van sumando a informar y apoyar la lactancia. Ahora,  si me preguntan cuál es mi modelo favorito, me quedo con el modelo drapeado, me gusta porque se entalla al cuerpo y lo estiliza, durante el embarazo hace que la pancita se luzca y al tener elástico a los costados puedes recogerlo un poco para usarlo a la cadera o a la cintura. Así que mamás en la dulce espera o mamis lactantes, si quieren adquirir prendas cómodas, de calidad y con diseños y colores variados, no duden en buscar las prendas de Brissa… Se las recomiendo 😉

Tarde de parque y teta con mis chicos y la pequeñita en la pancita.
Tarde de parque y teta con mis chicos y la pequeñita en la pancita. En la foto uso un polo de Brissa, modelo drapeado en color lila.
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Pancita de 29 semanas y usando un polo modelo cruzado-polivestido en color negro. Un básico para cualquier tipo de salida 😉

Si quieres saber cuáles son los puntos de venta de las prendas de Brissa en Lima, estos  son:

– San Borja: Tienda materna Mi  Wawino.

– Surco: Mamá Leona.

– Tienda Koalas (venta on line).

También puedes encontrar las prendas en Mamacitas Showroom.

Y  si quieres enterarte de cuáles son los nuevos modelos, promociones vigentes o deseas realizar alguna  consulta, puedes visitar su página en facebook:

https://www.facebook.com/Brissa.ropadelactancia

Los dejo con un video de la colección de ropa de esta temporada otoño-invierno 2015

 

 

 

De nuestro destete y otros sentimientos

«tu cintura se hace luna,
pones sueños en la cuna
y tu corpiño llena cántaros de amor.

(Victor Heredia)

Hace ya algunos meses que Caetano se destetó, tuvimos 2 años 6 meses de lactancia (incluyendo el tándem). Nuestro destete no fue traumático, no puedo decir que fue como lo quise porque en ningún momento pensé en cuando llegaría el momento de que Caetano dejara la tetita, decidí simplemente disfrutar esos momentos sin imaginar que tendrían final, sin planes a futuro, sin pactos,  sin trueques. Ambos nos entregamos por completo a ese vínculo maravilloso, teníamos  la firme convicción que ese era el inicio para empezar a construir nuestro destino según lo dictaban nuestros corazones, nuestros instintos.

Disfruté enormemente esos meses, aunque nuestro inicio no fue cómo lo pensé (creí  que la leche brotaba ni bien el bebé naciera) descubrí que no hay mejor sensación que el tener a tu pequeño pegadito a ti, cerca de tu corazón, entre tus brazos, sintiéndose protegido, tranquilo y recibiendo todo el amor que fluye en estado líquido. Fue un tiempo de aprendizaje, de sintonía, de complicidad marcada en miradas, de correr al primer llanto y luego acudir a la primera palabra: “teta, tetita”, sí! Porque Caetano no dijo ni mamá ni papá, su primera palabra fue: “teta”, es que para él, la teta, el pecho de mamá representa más que leche, representa amor, conexión, satisfacción, seguridad, calma, el lugar mágico en donde atesoró sus primeras impresiones, donde pudo conciliar el sueño.

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No puedo negar que pasamos momentos en los que sentía cansancio y a veces cierto desagrado, fueron los primeros meses del embarazo de Murilo, estaba ansiosa por saber que todo estaba bien con el bebé, sentía el dolor normal en los pezones, sueño que me invadía todo el tiempo y además el reposo absoluto que me indicaron, todo sumaba y se ponía de acuerdo para cambiar  el genio, el humor y aunque sugirieron destetar, no tuve corazón para hacerlo, además que no era necesario y él todavía necesitaba sentir que mantenía su preciado refugio, su divino alimento.

Semanas atrás me sentí con valor y le ofrecí nuevamente la teta,  yo ya estaba tejiendo en mi mente retomar momentos hermosos de tándem y a la vez, también ya me estaba liando en situaciones irreales, hasta escuchaba comentarios imaginarios de por qué opté por volver a darle teta a Caetano. Hasta que escuché la respuesta que no imaginé: “No, yo no quiero tetita, yo ya soy grande” y es que de verdad imaginé que su respuesta sería positiva porque cuando le doy teta a su hermanito él siempre está a mi lado, nos tumbamos los tres en la cama, él a veces está jugando encima mío, otras me huele, otras acariciando la tetita con su nariz, por eso me sorprendí con su respuesta, más que tristeza, fue sorpresa.

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Ambos hemos aceptado la llegada del destete,  Caetano parece haber adivinado que mamá no iba a estar del todo triste porque todavía ese maravilloso alimento que él disfrutaba puede seguir siendo disfrutado por el hermanito, el nuevo integrante y que además de convertirse en su compañero de sangre, se convirtió también en su compañero de leche. Seguimos recorriendo el camino y esta vez, Caetano se ha convertido también en un compañero, con la misma complicidad y entrega del principio, disfrutando de estos momentos desde el otro lado, desde otra experiencia, la ve con sus propios ojos y la siente suya también. Sé que cuando crezca y tenga hijos, actuará de la manera correcta, apoyará, protegerá y si es necesario, alentará y defenderá el vínculo de amor que representa la lactancia.

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Soy una madre, una mamífera dadora de vida, amor, alimento y luz, entregada a sus instintos, agradecida con su cuerpo, orgullosa de su naturaleza.

Algunas cosas sobre mi (la) lactancia

No sé si sea suerte, pero mi experiencia con la lactancia no ha sido mala. Luego de una cesárea creí que la lactancia sería dificultosa, me aterraba pensar en una mastitis (no la tuve) y en no tener suficiente leche para alimentar a mi bebé. Si bien es cierto, empecé a notar la producción de leche al quinto día del parto,  durante los días que estuve en la clínica siempre me ayudaron para que el bebé se prendiera correctamente al pecho, lo que veía salir era sólo calostro y me desesperaba un poco, empezaba a sudar y todavía no conocía sobre la importancia del calostro, yo quería producir leche! Claro! Como si fuera tan fácil, luego de haber estado en sala de recuperación, llegar a mi habitación súper ansiosa y recibir medicamentos para tolerar el dolor de la operación. Lo que quiero contarte son algunas cosas que experimenté durante la lactancia de mi primer hijo porque con él todo era nuevo y era mi primera experiencia.

  • La primera noche luego del alta, aquel primer día que pasamos Omar y yo con Caetano en la casa fue agotador, yo aún no tenía leche y Caetano lloraba de hambre. Cayó la noche y además de hambre, Caetano también tenía cólicos, no sabíamos cómo calmarlo, cómo hacerlo dormir, cómo aliviar el dolor que sentía producto de los cólicos. Pero, no estábamos solos, vivíamos en casa de los papis de Omar, así que Lore (mami de Omar) nos ayudó, al escuchar que Caetano lloraba y no se calmaba, entró a nuestra habitación, lo cogió en sus brazos, pudo calmarlo y hacerlo dormir. Nosotros aprovechamos esas horas para descansar también, estábamos cansados, muy ansiosos y nerviosos, debimos haber dormido un par de horas y créanme que valió la pena porque cuando Caetano se despertó, Lore lo llevó a nuestro cuarto, él ya tenía hambre, lo coloqué a la teta y ese momento fue mágico: ya tenía leche!! Creo que lo que necesitaba eran un par de horas de relajo, de conectarme con mi cuerpo y dejar de sentirme angustiada. Debía de desbloquearme y confiar en mi naturaleza, tenía que encontrarme en mi estado de mamá animal.
  • Las tomas, duración y frecuencia, al salir de la clínica, me dieron unas hojas con algunas recomendaciones para el cuidado del recién nacido (posición para dormir, temperatura normal, hora del baño y frecuencia y duración de las tomas le leche materna), según esas hojitas, el bebé debía tomar entre 15 a 20 minutos de cada teta y por lo menos unas 8 ó 12 veces al día (cada 3 ó 2 horas). Cuando leí eso, sentí pavor… Tenía que cronometrar a mi bebé, vivir pegada a un reloj, anotar en una agenda en que número de toma iba o ponerle una etiqueta a la teta que ya había mamado para que empieza por la otra? No sé si alguna mamá hizo caso de esas recomendaciones, si pudo adaptarse a ese «ritmo» y si le funcionó porque yo hice lo que el instinto me dictaba, darle teta cada vez que fuera necesario sin pensar en horarios. Algunas ocasiones mamaba quizá 5, 10 minutos, otras más y no siempre de ambas tetas.
  • Pseudo-estreñimiento del lactante, no tenía conocimiento de eso, yo tenía en la cabeza que los bebés hacían caca con frecuencia, incluso después de cada toma. Cuando Caetano dejó de hacer caca un día no me preocupé pero cuando ya habían pasado 4 días y seguía sin hacer la preocupación se apoderó de mí, aunque no lo llevé a la clínica, lo que hice fue consultar en un grupo de crianza en internet y en el grupo de la Liga de la Leche. Para tranquilidad mía, era una situación normal, era conocida como pseudo-extreñimiento y en algunos foros he visto que puede durar hasta 1 mes (mi pediatra también me dijo lo mismo cuando se lo consulté días después), lo máximo que ha durado en mis hijos han sido 8 días, pero  cuando llega el momento de que se terminé ese pseudo-estreñimiento, lo que sale de ese pequeño cuerpecito vale por todos los días que no hizo. Así que no se alarmen si es que sus bebés están «estreñidos», en bebés alimentados con leche materna exclusiva es algo normal, incluso que se tiren pedetes olorosos.
  • Apetito voraz, sed y sueño, las primeras veces, luego de la primera toma de la madrugada (más o menos entre la 1 y 2 am.) dejaba a Caetano y a papá durmiendo para levantarme sigilosamente a comer algo, me moría de hambre!! Y también de sed… Tenía un apetito descomunal a esas horas de la madrugada, terminaba comiendo un pan, una fruta, una barra de cereal y bebía bastante agua. En cuanto al sueño, necesitaba dormir más los primeros meses, mi cuerpo estaba adaptándose al nuevo ritmo de hacer dormir al bebé, dar teta, cambiar pañales, bañar al bebé. Si pueden, de verdad aprovechen y duerman junto con sus bebés a la hora de las siestas (ahora ya con dos niños, es imposible que pueda hacerlo),  aunque sean 1o ó 15 minutos les parecerá una eternidad.
  • Pechos un poco duros, como lo escribí en líneas anteriores, yo no tuve mastitis pero si sentí en ocasiones que mis pechos se llenaban de leche y se ponían duros, especialmente a la hora de levantarme, lo que hacía para aliviar esa congestión era a la hora del baño dejar caer agua un poco más caliente (no tanto) encima de los pechos y masajear suavemente hasta que salían algunos chorros de leche y sentía que los pechos ya no estaban congestionados.
  • Cojín de lactancia, lo usé muy poco, mi cuñada me facilitó uno antes de dar a luz pero en realidad me acomodé mejor sin él. A algunas mamás les va genial con uno, pero en mi caso prefería sostener a mi bebé en los brazos y darle teta, o echarnos en la cama para darle de mamar (de paso que descansaba yo también un rato).
  • Acompañamiento, realmente estoy orgullosa de poder contar que a lo largo de esta etapa he recibido el apoyo de mi pareja y de mis familiares. Considero que el sentir el apoyo y ayuda de tu entorno familiar es básico para poder lograr una lactancia placentera y exitosa. A veces, generalmente al principio (en el que el inicio de la lactancia puede presentar dificultades), pueden aconsejarnos optar por el camino fácil: dar fórmula, lo llamo el camino fácil sin ánimo de ofender o criticar a alguien, simplemente porque es más sencillo ir a una farmacia o supermercado y comprar una lata de leche, que lograr que el bebé se prenda bien al pecho, logre una correcta succión, colocarlo en la posición correcta para que pueda alimentarse. El papel del papá es importante, porque él no sólo acompaña; sino, también brinda ayuda, soporte, comprensión y sobre todo amor.
  • Visitas y hora de la teta, no creo ser la única que sienta lo mismo, pero al principio lo que uno quiere es a la hora de amamantar estar un momento a solas con el bebé, sobre todo las primeras semanas, meses que es en donde ambos (mamá y bebé) van aprendiendo juntos a relajarse y conectarse. Yo al principio no quería mucho festejo o miradas alrededor porque eso hacía que me pusiera  nerviosa y en lugar de disfrutar del momento, sentía muchos ojos encima nuestro y eso me incomodaba. En cuanto a las visitas, por más que uno recomiende no saturar de visitas los primeros días, semanas luego del nacimiento del bebé, es inevitable que se aparezcan los familiares, amigos cercanos… Lo que se puede hacer en esos casos es conversar previamente con tu pareja y con la gente que vive contigo para llegar al acuerdo de que las visitas no deberán prolongarse mucho, todo esto pensando en que tanto la mamá como el bebé necesitan todavía descansar.

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Quizá me olvide de algunos puntos, pero creo que esos son los principales en lo que a mi primera experiencia con la lactancia se refiere. Definitivamente cada experiencia es diferente, algunas mamás dicen que la pasan mal las primeras semanas, incluso meses. Otras no reciben el suficiente apoyo e información, no se trata de dar consejos u opiniones al respecto, pero si considero válido compartir experiencias para que otras mamás puedan sentir que no están solas, que somos muchas alrededor del mundo las que hemos tomado la decisión de darles ese hermoso regalo a nuestro hijos, muchas lo lograron sin dificultades (me incluyo) y otras lo lograron a pesar de las dificultades que se les presentaron. Ahora la información está más accesible que antes y además, cada vez se van tejiendo más redes de apoyo, se van armando más tribus para nosotras las madres, y es que en definitiva, la maternidad tiene que ser acompañada, en compañía. Confía en tu cuerpo, conéctate con él, deja que se active y fluya ese instinto natural que todas tenemos… No lo dejes dormido y no dejes que nadie te desinforme 😉

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