Comparto mi aventura: porteando y trabajando en casa :)

Estamos en la Semana Internacional de la Crianza en Brazos, por eso quería compartir con ustedes mi aventura, una aventura de emprendimiento y me sumo al carnaval bloguero de Red Canguro 🙂 Antes de Murilo, no había tenido la necesidad de portear dentro de casa para poder organizar y hacer cosas porque vivíamos en casa de mis suegros y yo sólo tenía que ocuparme de cuidar a Caetano. Cuando nos mudamos, la cosa cambió, pero Caetano estaba más grande y hacía siestas largas, de más de una hora, entonces yo podía ocuparme de cocinar y limpiar tranquilamente (bueno, sin hacer tanto ruido) hasta el momento en que Caetano despertara y nos poníamos a jugar un rato y luego almorzábamos. Con Murilo, la cosa cambió, portearlo es cosa de todos los días y debo confesar que antes veía el porteo como una forma cómoda para salir a pasear y hacer cosas teniendo las manos libres: limpiar, subir a un bus, comprar, cosas que no eran tan demandantes. Cuando tienes dos pequeños en casa, todo es diferente, a veces los dos pueden jugar juntos en el mismo espacio pero separados en cuanto juegos (Caetano todavía esta en la etapa de juegos propios) hasta que el más pequeñito se aburre porque es hora de la siesta matutina y tú tienes que terminar de organizar la casa y cocinar. El darle teta para hacerlo dormir la siesta ya no funciona, ahora el pequeño tiene el sueño más ligero y además lo que quiere es que te quedes a su lado y si sumamos que el pequeño mayor juega, corre, grita, te llama, quiere ir al baño, quiere una merienda, cómo hacer? He aquí que empieza mi aventura… Me la paso porteando a Murilo dentro de casa más que cuando salgo, porteo para poder organizarme en casa y para que él pueda hacer las siestas tranquilamente, todos ganamos: mamá puede hacer cosas en casa, Murilo puede descansar y Caetano puede jugar tranquilo y llamarme cuando me necesita sin sentir que me demoro un poco. A esto le sumo que he encontrado en el porteo, un aliado porque puedo realizar pequeños trabajos y cambiar un poco la rutina de ama de casa. Soy bibliotecóloga de profesión, pero desde que supe que esperaba un bebé dejé de trabajar y cuando nació, Omar y yo decidimos que me dedicaría a cuidarlo, al menos los dos primeros años, luego tuve otro pequeño y todavía, gracias a que Omar se esfuerza mucho para que no nos falte nada, puedo permitirme el gozar del tiempo con ellos las 24 horas del día; sin embargo, desde hace poco decidí empezar a hacer algo pequeño desde casa, como para ayudar un poco. A día de hoy, en ocasiones y por pedidos, preparo postres caseros, fue algo que nació cuando estaba embarazada de Murilo y se convirtió en mi nuevo pasatiempo: hornear postres, lo dejé por un tiempo y ahora trato de retomarlo, con Murilo a la espalda dormido o despierto, mientras Caetano da vueltas a mi alrededor pidiéndome que lo deje ayudarme o simplemente para observar.

Porteando mientras preparo un postre.
Porteando mientras preparo un postre.
Mi pequeño gran ayudante <3
Mi pequeño gran ayudante ❤

Esta es mi aventura venturosa (feliz), estoy empezando a hacer algo que me gusta sin dejar de pasar tiempo con mis pequeños. En mi caso, el porteo ha hecho posible que yo pueda dedicarme a otra actividad sin tener que salir de casa teniendo cerca a mis pequeños, enseñándoles cosas, porque mientras vas sacando los ingredientes, preparando, ellos van observando todo y yo voy mostrándoles todo también, nos sumergimos juntos en esta nueva aventura, nos convertimos en socios y cómplices. Ellos aprenden, se divierten (nos divertimos) y hasta se relajan (porque a veces Murilo termina dormido) y claro! Caetano espera con ansias ver los resultados de la jornada del día jeje. No imaginé que una mochila haría hoy por hoy mis días más llevaderos, que arroparía a mi pequeño, lo mantendría cerca a mí y haría que él siguiera sintiendo que mamá está siempre para él. Esa mochila, permite además que mi pequeño mayor y yo mantengamos todavía momentos de complicidad «a solas» y que yo haya descubierto que puedo emprender poco a poco un trabajo desde casa.  El porteo me ayudó a emprender esta nueva aventura y tengo la certeza que vendrán muchas más 🙂

Esperando hasta el final por la "recompensa"
Esperando hasta el final por la «recompensa»

No está de más decirles que en la cocina debemos estar todo el tiempo atentos a nuestros pequeños, con el pequeñín que va porteado en la espalda, tener cuidado si coge algo o patea algo con sus piecitos; con el pequeñín mayor, no dejar cerca de objetos filosos, cosas que puedan quebrarse fácilmente, cosas calientes, etc… A seguir compartiendo la aventura 🙂