De nuestro destete y otros sentimientos

«tu cintura se hace luna,
pones sueños en la cuna
y tu corpiño llena cántaros de amor.

(Victor Heredia)

Hace ya algunos meses que Caetano se destetó, tuvimos 2 años 6 meses de lactancia (incluyendo el tándem). Nuestro destete no fue traumático, no puedo decir que fue como lo quise porque en ningún momento pensé en cuando llegaría el momento de que Caetano dejara la tetita, decidí simplemente disfrutar esos momentos sin imaginar que tendrían final, sin planes a futuro, sin pactos,  sin trueques. Ambos nos entregamos por completo a ese vínculo maravilloso, teníamos  la firme convicción que ese era el inicio para empezar a construir nuestro destino según lo dictaban nuestros corazones, nuestros instintos.

Disfruté enormemente esos meses, aunque nuestro inicio no fue cómo lo pensé (creí  que la leche brotaba ni bien el bebé naciera) descubrí que no hay mejor sensación que el tener a tu pequeño pegadito a ti, cerca de tu corazón, entre tus brazos, sintiéndose protegido, tranquilo y recibiendo todo el amor que fluye en estado líquido. Fue un tiempo de aprendizaje, de sintonía, de complicidad marcada en miradas, de correr al primer llanto y luego acudir a la primera palabra: “teta, tetita”, sí! Porque Caetano no dijo ni mamá ni papá, su primera palabra fue: “teta”, es que para él, la teta, el pecho de mamá representa más que leche, representa amor, conexión, satisfacción, seguridad, calma, el lugar mágico en donde atesoró sus primeras impresiones, donde pudo conciliar el sueño.

327995_10150403821606118_51503876_o

No puedo negar que pasamos momentos en los que sentía cansancio y a veces cierto desagrado, fueron los primeros meses del embarazo de Murilo, estaba ansiosa por saber que todo estaba bien con el bebé, sentía el dolor normal en los pezones, sueño que me invadía todo el tiempo y además el reposo absoluto que me indicaron, todo sumaba y se ponía de acuerdo para cambiar  el genio, el humor y aunque sugirieron destetar, no tuve corazón para hacerlo, además que no era necesario y él todavía necesitaba sentir que mantenía su preciado refugio, su divino alimento.

Semanas atrás me sentí con valor y le ofrecí nuevamente la teta,  yo ya estaba tejiendo en mi mente retomar momentos hermosos de tándem y a la vez, también ya me estaba liando en situaciones irreales, hasta escuchaba comentarios imaginarios de por qué opté por volver a darle teta a Caetano. Hasta que escuché la respuesta que no imaginé: “No, yo no quiero tetita, yo ya soy grande” y es que de verdad imaginé que su respuesta sería positiva porque cuando le doy teta a su hermanito él siempre está a mi lado, nos tumbamos los tres en la cama, él a veces está jugando encima mío, otras me huele, otras acariciando la tetita con su nariz, por eso me sorprendí con su respuesta, más que tristeza, fue sorpresa.

387190_10150442049816118_1875079604_n

Ambos hemos aceptado la llegada del destete,  Caetano parece haber adivinado que mamá no iba a estar del todo triste porque todavía ese maravilloso alimento que él disfrutaba puede seguir siendo disfrutado por el hermanito, el nuevo integrante y que además de convertirse en su compañero de sangre, se convirtió también en su compañero de leche. Seguimos recorriendo el camino y esta vez, Caetano se ha convertido también en un compañero, con la misma complicidad y entrega del principio, disfrutando de estos momentos desde el otro lado, desde otra experiencia, la ve con sus propios ojos y la siente suya también. Sé que cuando crezca y tenga hijos, actuará de la manera correcta, apoyará, protegerá y si es necesario, alentará y defenderá el vínculo de amor que representa la lactancia.

P1140868

Soy una madre, una mamífera dadora de vida, amor, alimento y luz, entregada a sus instintos, agradecida con su cuerpo, orgullosa de su naturaleza.

2 comentarios sobre “De nuestro destete y otros sentimientos

  1. Lo más probable es que no quiera destetarse al principio, luego puede que como el sabor de la leche cambia y la producción disminuye, se destete él solo. Como mamás, no estamos preparadas para un destete, más aún si disfrutamos esa experiencia. Por ahora sólo vive la experiencia, disfrútala. Abrazos!

    Me gusta

Deja un comentario