CAETANO cumple 3 años.

«Hoy en tu cumpleaños
podría conseguir
todo lo que tengo y soy para ti
y todo lo que venga
a cambio de qué, no sé
algo se nos ocurrirá.»

Niño de mi corazón, hoy cumples 3 años y pareciera que te resistes a crecer pues cuando te preguntaba cuántos años cumplirías me respondías «dos», como si presintieras que al llegar a adulto lo que uno desea es volver a ser un niño. Me pregunto qué cosas imaginará esa cabecita hermosa, que percepción tendrás de nuestro mundo, de nuestro día a día, hay tanto que nos falta y nos tocará vivir y aunque a veces temo, lo espero con paciencia. A veces quisiera que no crecieras tan de prisa, siento que el tiempo pasa y pasa rápido, nos sobrepasa como una ola y nos arrastra, nos empuja a vivir de prisa negándonos en ocasiones el poder disfrutar plenamente de nuestros momentos.

Tu llegada me mostró el camino a un nuevo mundo lleno de sueños, de entrega, de amor. Desde el día que naciste no quería separarme de ti, refundidas quedaron las hojas de recomendaciones para el cuidado del recién nacido que me dieron en la clínica: «póngalo a dormir en su cuna», «lactancia materna cada 2 ó 3 horas», «mamar de 15 a 20 minutos de cada seno», hice lo que me dictaba mi instinto, mi corazón. Dormías en mi pecho porque era el único lugar en donde podías descansar, la teta te la daba cada vez que pedías, así fueran 8, 10 ó 12 veces al día, poco me importaba cronometrar tus tomas, si mamabas 5 minutos no había problema porque sabía que luego pedirías más. Sin saberlo me enseñaste el camino hacia una crianza amorosa, gracias a ti se activo el chip de lo natural, del instinto que todas las mamás deberíamos mantener siempre. Hoy en día cuesta enfrentarse a un mundo que parece tratar de enterrar las formas naturales de crianza, pero mi pequeñito, tú estás siendo criado con mucho amor, respeto y apego, aunque resulte increíble nadaremos contra la corriente, contra las formas que nos quieren ser impuestas.

Siempre cerquita mío.

 

Gracias por este tercer cumpleaños, por la felicidad, los días, las noches, los llantos, las sonrisas y la complicidad, esa complicidad enorme que tienes con nosotros, ese corazoncito cargado de ternura, amor y de hermosos sentimientos y del que me siento orgullosa, complacida y feliz.

Si tendría que cantarte la estrofa de una canción, te cantaría esta:

«Tú circulaste por mí, hiciste un camino divino
Abriste un túnel, destapaste mi destino…»

Y es que mi destino es ser tu mamá, dedicarte mi tiempo, llenarte de mi amor, no privarnos del uno al otro y amarnos al infinito.

TE AMO CAETANO!